Por ejemplo, uno de los errores más comunes en la venta al menudeo es el abordamiento inicial, cuando el empleado pregunta: “En qué puedo servirlo?” Con mucha frecuencia la respuesta es: “En nada, gracias, sólo estoy mirando”. Un abordamiento mucho más positivo podría ser: “Es un buen (producto) lo que está mirando. ¿Sabía que podría (beneficiarlo)… ?” Otro error común en la venta al menudeo es dar al consumidor que duda sólo que ha pedido. Con mucha frecuencia, cuando se le presenta una variedad de productos, el consumidor preferirá uno mejor que el que originalmente pidió ver. Esta técnica de vender la línea es bien conocida en muchos campos de venta, pero rara vez se practica a nivel de menudeo. Un tercer ejemplo de errores comunes se presenta cuando un cliente ya ha decidido sobre un producto y el empleado pregunta: “¿Desea algo más hoy?” La acción más positiva podría ser que el empleado dijera: “Es una buena compra. Permítame mostrarle un nuevo (accesorio) que iría con. . .”. Esta técnica para aumentar la venta también es bien conocida, pero rara vez se practica con propiedad en la venta al menudeo. Se pueden aprender con facilidad unas sencillas técnicas de tanteo lo mismo que las técnicas de cierre. Lo principal es que el empleado de ventas se convierta en un vendedor mejor y que el intermediario realice con prontitud un gran volumen de ventas con el mínimo de tiempo y costo.